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"El Estado Islámico es un invento actual"

3 de julio de 2015

Agustín Velloso, director del curso de verano "Los centros penitenciarios como espacios multiculturales".

Ayer se celebró la tercera y última de las jornadas del curso de verano "Los centros penitenciarios como espacios multiculturales". Los responsables de presentar las exposiciones que clausuraban esta actividad formativa fueron, Pablo Sanjosé Alonso, en una primera sesión, y Agustín Velloso, director del curso, en la última sesión.

Pablo Sanjosé Alonso participó con la ponencia “Respuesta al crimen en la sociedad”. Se define como "un trabajador manual, activista político y social que trabajó en barrios con minorías marginadas". Compartió tiempo con presos y familiares de presos. Participa en un grupo antimilitarismo, en concreto en el grupo “Tortuga”.

Estos grupos antimilitaristas nacen con vocación de protección ante el actual sistema de poder-sociedad. "Cuando la riqueza y poder en la sociedad se concentra en unas pocas manos -afirmaba Sanjosé- sus propietarios tienen la necesidad de protegerla, y lo hacen con medios violentos, nos encontramos entonces que un ejército no viene a ser más que un grupo de personas que se autolegitiman para robar a otras. La policía es lo mismo, pero estos terceros están más cerca, son los propios ciudadanos".

"Las respuestas que tenemos en ante el crimen actualmente, son represivas y no preventivas. Es punitiva y no restaurativa. Es utilitarista y no humanista. Está intentado mantener el status quo. Está mercantilizada, se hace negocio con ella, genera un movimiento de dinero. La construcción de cárceles da dinero, es un negocio. Solo así se puede entender que la tasa de criminalidad en España sea tan baja y aumente el número de presos" -comentaba Sanjosé durante su intervención-.

Esta situación parece que no se sucede en todos los casos. En sociedades menos capitalistas la manera de entender la criminalidad es diferente. Cuando hay una colectividad pequeña, es más fácil resolver los problemas y establecer el orden. En una sociedad compleja de mucha gente que no se conoce, los mecanismos de control fomentan el uso de la violencia, comentaba el ponente durante su presentación.

Otra circunstancia adversa según Sanjosé es la creación de "estados de opinión" en la sociedad y los medios de comunicación han propiciado y fomentado estos "estados de opinión". En Estados Unidos puede trasladarse a eso que llaman “la cultura del miedo”; ese estado mental en el que te inducen miedo a algo. Un ejemplo es el cambio del Código Penal y sus múltiples modificaciones; según los juristas "se cambia a golpe de telediario”. La intensidad informativa en determinadas noticias, tanto en frecuencia como en cobertura, crea una sensación de inseguridad entre la ciudadanía y desde los poderes públicos, con un único argumentario de protección y ampliación de derechos, se propone de nuevo una modificación del texto legal penal. Así explicaba Sanjosé cómo entendía la evolución del proceso del Código Penal.

Pablo Sanjosé lanzaba cuatro propuestas, que según él, ayudarían, dentro de un proceso más democrático y asambleario, a ajustar y resolver las problemáticas que el Estado actual, trabaja desde un punto de partida más gregario y menos social e impuesto.

La prevención. En una sociedad con muchos desajustes sociales lo primero es prevenir. Es necesario crear una sociedad más autónoma, libre, que desarrolle capacidades éticas y no tanto utilitarismo. La reparación; reparar el daño causado. En los daños irreparables hay que buscar una compensación. Hay que pensar más en quien ha padecido el daño, no en quien lo ha causado. La rehabilitación. Aniquilar, destruir, o quitar de la sociedad a personas que han hecho daños, no soluciona. Si la persona es potencialmente recuperable, la sociedad debe luchar por ello y no por su anulación. Y por último la protección social. Medios para que la propia sociedad no sea vulnerable a personas que sigan causando el mal. Es cierto que personas, en determinados casos, deben estar aisladas, pero en otros modelos de espacios de reclusión.

La intervención de Pablo Sanjosé, despertó interés entre todos los participantes, en concreto entre los alumnos internos. El depate posterior a su exposición se convirtió en un auténtico ejercicio democrático; el sentido de la oportunidad del tema propuesto y el lugar donde se exponía, provocó un buen número de intervenciones de todos los presentes.

La segunda y última de las sesiones era responsabilidad del doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Agustín Velloso. Profesor titular en el Departamento de Historia de la Educación y Educación Comparada en la UNED, ha sido profesor visitante en el Instituto de la Educación de la Universidad de Londres y en la Facultad de Educación de la Universidad de Stanford entre otras Universidades. Participó en el Plan de Formación y Capacitación del II Laboratorio de Paz en Colombia, ha sido coordinador del proyecto “Edición de libros de texto de español para las escuelas saharauis de los campamentos de refugiados de Tindouf” y ha formado parte del equipo investigador del proyecto “Prevención de la delincuencia juvenil y del riesgo social desde la comunidad educativa”, del Programa de Cooperación Interuniversitaria e Investigación Científica, de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional.

Es autor de artículos y libros sobre los problemas de la educación en Palestina, Iraq, Guinea Ecuatorial y Sahara Occidental. Velloso intervino con la ponencia “Los retos de ser –o parecer- árabe o musulmán en el siglo XXI”.

Empezaba con una serie de reflexiones en torno al imperialismo cristiano y su nueva víctima en el siglo XXI: el mundo árabe y musulmán. El primero rebautizado como intervencionismo humanitario, responsabilidad de proteger, liberación de la mujer musulmana, choque de civilizaciones, etc. El segundo rebautizado como terrorismo islamista, extremismo musulmán, yihadismo, etc. "Ninguno de los países árabes nos están invadiendo -lanzaba Velloso a la sala-, ¿está, por lo tanto justificado un ataque preventivo?"

"El Estado Islámico es un invento actual, los asesinos somos nosotros. “El desorden mundial”, occidente asesino, agresor. Es un montaje para que siga funcionando la maquinaria de militarismo, corrupción. Es la respuesta, es la defensa de las víctimas" -afirmaba el ponente-.

Velloso presentó, durante su exposición, una serie de imágenes y datos que provocaban la necesaria reflexión entre los presententes, entre quién es víctima y quién verdugo. Se calcula la escalofriante cifra de 12 millones los musulmanes muertos a causa de las intervenciones de Estados Unidos y sus aliados en África y Asia: Iraq (1990-hoy): 4.6 millones de muertos y 5-6 millones de refugiados; Afganistán (2001-hoy): 5.5 y 3; Siria (2011-hoy): 0.2 y 9.5; Libia (2011-hoy): 0.1 y 1; Palestina (1990-hoy): 0.1 y 7. (No se incluye Líbano, Sudán, Egipto, Somalia, Yemen, Argelia, Mali…).

Datos reveladores que ponen sobre la mesa la necesidad de replantear un reajuste en el sistema de seguridad internacional. Datos que manifiestan la crudeza de las intervenciones bélicas y el número de bajas, por parte de todos los países participantes a modo de saldo final y donde no termina de estar claro, "el debe y el haber" entre los motivos y la interminable relación de intereses, que llevan a la decisón de movimientos beligerantes, por parte de todos los participantes en una guerra.

"¿Qué ha cambiado desde 1975?" -preguntaba Velloso-. "Los agresores son los mismos: los países occidentales cristianos más poderosos y sus aliados, España entre éstos. Las justificaciones para la guerra también: Estados Unidos justificó su guerra contra Vietnam con el fin de parar al avance del comunismo". ¿Hay más similitudes?- continuaba preguntando- sí, la propaganda de guerra para disfrazarla. Al final no se sabe quién ataca a quién y todo es propaganda, un engaño a la propia población; la demonización del enemigo, el importante papel de la prensa, los intelectuales, la Iglesia y las ONGs; el desprecio por la ley internacional".

Esta segunda sesión finalizó, de nuevo, con un animado debate, donde la última parte de la ponencia de Agustín Velloso: el uso del velo, burka y el niqab, centralizó en cierto modo, las preguntas y reflexiones de los matriculados al curso. Si la función en torno a este elemento, obligado en parte de países musulmanes, era o no asumido de forma voluntaria por la mujer y la comparativa frente a otro tipo de sometimientos femeninos en sociedades occidentales.

Por último, uno de los alumnos internos puso el broche de oro en este curso ante la presencia de ponentes y el resto de alumnos así como del director del Centro Asociado, Germán Carro Fernández, que se trasladó al centro penitenciario a clausurar formalmente este curso. "Ver y recibir esa parte de libertad. Con solo una cosa que hayáis aprendido en este curso, ha merecido la pena. Luchad por sus sueños". Palabras estimulantes, sin duda alguna.

Curso de Verano "Los centros penitenciarios como espacios multiculturales", más información del curso aquí.

En la imagen de portada: Pablo Sanjosé ponente y Agustín Velloso, director del curso.

Primera imagen de la noticia: Agustín Velloso, director del curso, durante su presentación.

Segunda imagen de la noticia: Germán Carro, director del Centro Asociado y Agustín Velloso, director del curso.

Tercera Imagen de la noticia: Equipo de trabajo responsable del curso de verano, por parte del Centro Asociado UNED A Coruña y del centro penitenciario de Teixeiro.

Cuarta imagen de la noticia: Grupo de alumnos matriculados en el curso de verano, a la entrada del Centro Penitenciario

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