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Campus UNED

El edificio de viviendas y el nacimiento del hotel en Galicia en el último cuarto del siglo XIX

18 de marzo de 2014

Juan David Díaz López, licenciado en Historia del Arte y Periodismo, en el ciclo de Cultura.

Juan David Díaz López es licenciado en Historia del Arte y en Periodismo. Becario FPU del departamento de Historia del arte en la Universidad de Santiago de Compostela. Miembro del equipo de proyecto "La visión del artista. Ciudad y arquitectura en Galicia desde la Edad Media hasta la irrupción de la fotografía".

Juan David impartió la conferencia "Una casa para el viajero. El edificio de viviendas y el nacimiento del hotel en Galicia (1879-1950)"...(1) durante el ciclo "Nuevas formas de entender la Cultura" que se celebra hasta el 28 de marzo en el Centro Asociado A Coruña. Por este motivo le pedimos que nos ofreciera un esbozo de lo que fue su presentación.

"¿Hasta qué punto encontramos un tipo arquitectónico individualizado cuando hablamos de la historia del hotel en Galicia? ¿En qué medida podemos ceñirnos al estudio de diseños ad hoc, trazados y construidos específicamente para el servicio de hospedaje? Mientras que la teoría arquitectónica propone como ideal la correlación original entre la forma y la función de un edificio, la realidad nos ofrece múltiples casos en que la función resulta un contenido intercambiable que se inserta a posteriori en formas preexistentes, después de una mayor o menor obra de adaptación. Esto es lo que sucede cuando comienza a desarrollarse la hotelería en Galicia en el último cuarto del siglo XIX, dando lugar a una etapa en la que el referente tipológico, que viene justificado por enfoques clásicos como el de Pevsner (2), aparece atenuado o desvanecido por la práctica común en nuestras ciudades, donde de forma predominante estos establecimientos encuentran como arquitectura adecuada el edificio de viviendas.

En esta comunicación tratamos de identificar los puntos de contacto y de divergencia entre dos tipos arquitectónicos que nacen de un mismo concepto de ciudad y de modernidad: por un lado el edificio burgués de viviendas y por el otro el hotel de viajeros. A través de un análisis en el que abarcamos todo el ámbito gallego, comprobamos en los primeros hoteles de las ciudades de A Coruña, Santiago, Ferrol, Pontevedra, Vigo, Ourense y Lugo que se produce, de manera generalizada y con independencia de la categoría del establecimiento, la adopción de edificios residenciales preexistentes, hecho de lo que son buenos ejemplos los hoteles Palace de A Coruña (fig.1), Suizo de Santiago, Continental de Vigo o Méndez Núñez de Lugo. Incluso los pocos hoteles diseñados como tales, como son los de Rodolfo Ucha para Ferrol, no se apartan esencialmente de la fórmula de aquellos otros, afirmando, antes que la temporalidad de sus huéspedes, su carácter de palacios permanentes de la burguesía.

La principal conclusión que expusimos es que el hotel, más, que un efímero lugar de paso, encarna para el burgués la idea de un hogar en movimiento acorde con su aspiración cosmopolita. El ferrocarril redime al viajero de las penalidades de los desplazamientos, mientras que el hotel es el punto de referencia donde quiera que se encuentre, la marca por la que se integra en lo local y su redención como forastero. Por lo tanto, es lógico que el hotel se formule en términos similares a la vivienda habitual, estableciendo similares parámetros tanto en la dimensión pública, como privada.

La dimensión privada, en la vivienda burguesa y en el hotel, está presidida por la búsqueda de la comodidad, del confort, que se obtiene por medio de la mejora de las condiciones materiales y de una adecuada organización del espacio. Por ejemplo, a lo largo de los siglos XIX y XX las tecnologías de la vivienda no dejaron de evolucionar y perfeccionarse, lo que también se puede aplicar a la industria del hospedaje, en particular en lo tocante a los estándares higiénicos.

La dimensión pública enlaza con la vertiente representativa de la arquitectura, es decir, la facultad que se le atribuye a la morada de significar a sus habitantes. En ese sentido, la integración del hotel como un bloque de pisos entre medianeras en el corazón del ensanche liberal es algo más que una simple casualidad: es una afirmación de la personalidad de una nueva clase dominante y de su apuesta por la urbe como escenario idóneo para progresar. Desde esta perspectiva, el cultivo de la esfera pública se torna fundamental, y he aquí que el hotel, en tanto tal, nace con la obligación de superar las estrecheces de las viejas fondas para ofrecer a sus huéspedes y también a los locales una dotación verdaderamente esplendorosa y potente de espacios públicos, tales como salones, lobbies, comedores, locutorios, salas de bailes, terrazas, bares, cafeterías, locutorios, tiendas incluso piscinas."

(1) Con el apoyo de una bolsa FPU del MECD y en el marco del proyecto de investigación La visión del artista. Ciudad y arquitectura en Galicia desde la Edad Media hasta la irrupción de la fotografía (HAR2011-24968), financiado por el Ministerio de Economía.

(2) PEVSNER, N. History of Building Types. London: Thames and Hudson, 1976.

(fig. 1) Vista del Cantón de A Coruña con la Casa Caruncho (1872), convertida en el Palace Hotel en 1916. Fuente: La Ilustración Gallega y Asturiana (1879).

Texto: Juan David Díaz López

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