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Campus UNED

A vueltas con la crisis y la economía

15 de abril de 2013

Julio Gaspar Sequeiros Tizón, profesor tutor de Economía en Centro Asociado A-Coruña, nos da su visión del escenario económico actual.

Julio Gaspar Sequeiros Tizón, Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Santiago. Es catedrático de Estructura Económica y Director Departamento Economía Aplicada de la Universidad de La Coruña.

Actualmente ostenta el cargo de vicepresidente de la Sociedad de Economía Mundial.

Ha desempeñado los cargos de decano en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales y de vicerrector de Asuntos Económicos en la Universidad de La Coruña. Es profesor tutor de la UNED.

P- Julio, tal y como está el escenario actual económico, y hablando con un experto en economía la pregunta es obligada, ¿estamos en el camino de la recuperación económica en nuestro país?, dicho de otra forma, ¿hacemos lo necesario para una pronta recuperación?.

R.- "Particularmente soy de la opinión de que es mejor ponerse una vez rojo que ciento colorado. Estamos haciendo lo necesario pero a un ritmo muy lento. Después de cinco años de recesión, aún tenemos un déficit público muy elevado, el sector financiero podría necesitar una segunda reestructuración y el crédito no fluye al sector privado. Y todo esto con un desempleo casi al 30 por ciento. Por si fuera poco, el contexto europeo (e internacional) tampoco ayuda. Por ejemplo, la reciente crisis de Chipre se ha gestionado de un modo improvisado y caótico. A este ritmo vamos a tener crisis para rato…"

P.- Durante estos años de depresión, le habrán hecho esta pregunta más de una vez; ¿qué postura económica habitualmente enfrentada defiende: aumento de gasto público o déficit cero?.

R.- "Me encantaría poder defender el incremento del gasto público como un medio para expandir la demanda agregada y así, la tasa de crecimiento y la generación de empleo. A mi juicio, una política de este tipo choca con dos dificultades insalvables. En primer lugar este incremento del gasto público tendría que hacerse a través de un mayor endeudamiento del estado y, lamentablemente, esto no es posible: tenemos ya una deuda cercana al 100 por ciento del PIB y estamos pagando cerca del cinco por ciento de tasa de interés por el endeudamiento nuevo (esto es, una prima de riesgo superior a 350 sobre el bono alemán). En segundo lugar, este incremento de la demanda interna vía gasto público es muy posible que se alimentara con producción de importación y no con producción interna. Los chinos son especialistas en esto. En otras palabras, no nos queda otra que ajustar el déficit, por lo menos, a cifras inferiores al tres por ciento anual. Y aún nos falta bastante".

P.-Lamentablemente en los últimos tiempos cada vez hay más colectivos que se ven afectados por una cuestionable gestión económica en algunos casos en el ámbito privado que afecta directamente al público, y simultáneamente nos levantamos a diario con un nuevo caso de corrupción. ¿Podrá resistirlo la economía de este país?.

R.-"Te agradezco que me hagas la pregunta. Esta es una cuestión básica. Las sociedades con una democracia avanzada (y con unos medios de comunicación ágiles) necesitan un grado muy alto de consenso social sobre el “estado de la nación”. A mi juicio este consenso, en España, se está resquebrajando porque la corrupción afecta prácticamente a todas las instancias e instituciones del estado. No se libra ninguna. Estamos viendo, además, como las empresas privadas se suman a esta corriente. La quiebra de las cajas de ahorro con indemnizaciones millonarias pactadas semanas antes de la nacionalización, la venta masiva de acciones de empresas días antes de su quiebra, etc.. Estos hechos, de conocimiento general por el conjunto de la sociedad, requieren una actuación de la justicia rápida y contundente. Lamentablemente la justicia en España es muy lenta y muy garantista. Una reforma a fondo de la administración pública tendría que empezar por aquí. Y de momento solo tenemos buenas intenciones".

P.- Como docente en la universidad, ¿cuáles son las preocupaciones habituales de sus alumnos?, ¿han cambiado con respecto a los últimos años?.

R.-"Hay una diferencia muy grande entre los alumnos de la universidad presencial y el alumnado de la UNED. En la UNED los estudiantes son gente adulta que quiere formarse y prosperar en su trabajo. Siempre recordaré con mucho afecto los primeros años noventa en los que tenía matriculados en clase a los dirigentes de los principales sindicatos gallegos. Explicarles el tipo de interés y sus determinantes era un auténtico placer. Sin embargo, en la universidad presencial los estudiantes no han visto una hipoteca en su vida. Ahora bien, las preocupaciones de unos y otros son las mismas: qué hacer una vez acabados los estudios. En la UNED casi todos los estudiantes están ya trabajando y quieren promocionarse. En la presencial tratan de conseguir su primer empleo. Y tanto los unos como los otros tropiezan de bruces contra la crisis. Tenemos que arreglar esta crisis antes de que ella acabe con nosotros".

P.- Es profesor tutor de la UNED desde hace muchos años. Qué destacaría de su alumnado.

R.-"Mis alumnos en la UNED son gente ya adulta. Destacaría que son gente ambiciosa, trabajadora y disciplinada. Son ambiciosos porque no se conforman con su situación personal y tratan de mejorarla a través de la enseñanza superior, estudiando una carrera universitaria que les forma como personas y les puede promocionar como profesionales. Son gente muy trabajadora ya que, finalizada la jornada laboral, acuden a las tutorías para resolver sus dudas o se van a casa para preparar las materias en las que están matriculados. Y muchas veces, sacrificando su tiempo libre, sus fines de semana y sus vacaciones. Y son gente muy disciplinada ya que un programa vital de este tipo --una cotidianeidad así-- hay que mantenerla a largo de los años y todos sabemos que esto no es fácil. En fin… unos estudiantes magníficos y unos ciudadanos ejemplares".

P.- Hace poco hemos celebrado el 40 aniversario de la UNED. ¿Qué distinguiría de la constante evolución de esta universidad a lo largo de los últimos años?.

R.-"Llevo trabajando en la UNED 25 años y soy un buen testigo de la evolución de la institución. Aún recuerdo aquellas instalaciones en el barrio de la Sagrada Familia en las que comencé mis tutorías. Era un espacio muy reducido, carente de luz natural y en el cual teníamos que compartir todo. Recuerdo tener clase en el espacio reservado a las oficinas del centro los sábados por la mañana. No había espacio disponible. Hoy en día la UNED tiene un centro amplio, bien dotado de medios y nuevas tecnologías. Y con aulas suficientes para impartir las clases y las tutorías. Por supuesto que la situación actual presenta deficiencias y limitaciones que debemos mejorar entre todos. Pero tampoco debemos infravalorar el camino recorrido. España ha mejorado mucho en estas últimas décadas y el centro asociado de la Coruña, frente a como estaba a finales de los ochenta, es irreconocible".

Educación, 3 15011 A Coruña - (A Coruña). Tel. 981 14 50 51 info@a-coruna.uned.es