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Campus UNED

Toda una vida dedicada a la UNED

10 de junio de 2013

José Ramón González Álvarez, alumno, profesor tutor y secretario del Centro Asociado de la UNED en A Coruña.

P. Durante todo el año pasado la UNED ha estado celebrando 40 años de su creación. Son muchos años de dedicación y vinculación al centro asociado en Coruña, tanto como secretario del centro como docente. ¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza al echar la vista atrás?

R.- "Cuando se me ha propuesto que aportase mi testimonio sobre mis recuerdos y mi vinculación a la UNED para conmemorar los 40 años de su fundación, me he sentido muy honrado por el cariño que le tengo a esta institución. Son muchas las memorias de todo tipo que conservo como alumno, como profesor tutor, como secretario general en el centro de A Coruña y durante un curso académico, con las funciones añadidas de director. Actualmente sigo como profesor tutor en asignaturas de la Facultad de Educación".

P. Su primer contacto con la UNED fue como estudiante. Hablamos de la década de los 70 y de una universidad que acaba de nacer y que tenía mucha más ilusión que recursos. ¿Cómo era ser alumno UNED entonces?.

R.- "Por circunstancias de la vida no pude estar estudiando una carrera universitaria a los dieciocho años. No obstante, tras mi examen de ingreso en Telefónica, la etapa de formación en la empresa en Barcelona, el ejercicio profesional en la misma ciudad, algún traslado de residencia por el medio, el inevitable servicio militar,… una vez asentado con plaza en A Coruña, aparece en los medios de comunicación una noticia: la creación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia en Madrid. Se me ilumina la mente y de nuevo se me enciende el deseo de estudiar.

El primer centro, que entonces llamaban regional, se erigió en Las Palmas y el segundo en Pontevedra. A éste pertenecí yo como alumno hasta el año 1979, en que me licencié sin un expediente brillante pero sin repetir ni una sola asignatura.

Como era previsto fueron unos años muy duros, de mucho trabajo; pero, con gratos recuerdos. Por si fuera poco trabajar una jornada laboral normal y hacer simultáneamente la carrera, en Telefónica se creó una escuela de formación para empleados en la que colaboré como docente en esos años con una dedicación de 11 horas semanales de clase, además de su correspondiente preparación.

Volviendo la vista atrás, aun hoy no me explico cómo pude aguantar aquel ritmo de trabajo, el siempre alto nivel exigido por la UNED y todo lo demás. Tuve que organizar muy bien el tiempo, quedar sin vacaciones durante años y tener otras privaciones para compatibilizar todo aquello e ir cimentando una familia con dos hijos.

Además de la ilusión que rodeaba toda mi actividad, me gratificaba lo que paralelamente iba consiguiendo con becas que premiaban mi esfuerzo: el patronato del centro de la UNED en Pontevedra, la Diputación de A Coruña, el extinto PPO (organismo de promoción profesional obrera dependiente del Ministerio de Trabajo) y Telefónica, me han becado simultánea o alternativamente durante los distintos cursos académicos.

Recuerdo mis viajes a Pontevedra para examinarme y entablar amistad con algunos compañeros, amistad que todavía perdura. Recuerdo en cada asignatura aquellas seis unidades de seis temas cada una que sucesivamente senos iban enviando a lo largo del curso académico y sus cuadernillos de evaluación a distancia, los sobres franqueados que entregábamos con nuestra dirección con cada examen para que los equipos docentes nos envias en la papeleta con la calificación,… "

P. Finalizada su etapa como alumno, comienza un nuevo período como miembro del equipo directivo del recién estrenado centro asociado coruñés. ¿Podría describirnos esos inicios?.

R.- "En virtud de la firma de un convenio entre la UNED y el Servicio de Universidades Laborales del Ministerio de Trabajo se creó por orden ministerial de 1 de diciembre de 1976 (BOE 15/1/77) el centro de la UNED en A Coruña y los de otras cinco universidades laborales.

Ya avanzado el curso 1981-82 me hizo una gran ilusión empezar a ejercer como profesor tutor en el centro de A Coruña. Pero, finalizado ese curso, este centro estuvo a punto de desparecer. No voy a citar a una autoridad política autonómica de entonces que hizo los medios para que desapareciese, implicando a varios subordinados, aunque no le salió bien la jugada, pues el entonces rector de la Universidad Laboral de A Coruña, Pascual Sempere abrió la secretaría para la matriculación de alumnos en la UNED.

Sin embargo, las cosas se complicaban, pues en aquel momento eran transferidas las competencias de educación a la administración autonómica y había que buscar un sostén que propiciase la continuación de algo que no estaba entre las transferencias, la UNED.

Pendientes de la creación de un patronato o fundación que sostuviese económicamente el centro, los 755 alumnos matriculados reclamaban una atención. El coordinador de centros asociados de la UNED Julián Morales se desplazó a Coruña para hacer gestiones con las instituciones. Las plazas de director, secretario y profesores tutores se anunciaron a concurso público el 17 de noviembre de 1982

Yo fui elegido para secretario general y para profesor tutor. Dado que unos días antes el panorama era sombrío en cuanto a la continuidad del centro, La Voz de Galicia publicó el 22 de octubre un artículo mío titulado El negro futuro de UNED – Lenta reacción coruñesa."

P. Sin duda fueron muchas las dificultades económicas y político-administrativas del momento. ¿Cómo eran esas dificultades en el trabajo diario en el centro asociado?. Como responsable del equipo directivo, ¿cómo vivió aquella etapa?.

R.- "Comunicada la resolución de las plazas en los últimos días de noviembre, era urgente ponerse a trabajar, sobre todo los órganos de dirección; pero, las dificultades eran muchas. No teníamos dinero y tardamos meses en tenerlo. No teníamos mobiliario, no teníamos personal de administración y servicios. Las dos dependencias, muy reducidas, que nos facilitaron en la Universidad Laboral estaban muy mal ubicadas, rodeadas de la lavandería, la enfermería y la cocina y distantes de las aulas compartidas. Éstas sólo podíamos usarlas en horario de tarde fuera de las horas de uso de sus titulares, los del C.E.I. (Centro de Enseñanzas Integradas, en otro momento llamado I.N.E.I. y hasta hacía poco tiempo llamada universidad laboral).

Recuerdo que para hacer mi primer certificado como secretario a una alumna tuve que pedir una máquina de escribir prestada. Son muchas las anécdotas; pero, trataré de centrarme en lo más sustancial.

Las tutorías o clases de nueve carreras comenzaron en el mes de diciembre con 41 profesores tutores. Curso a curso se fueron ampliando el número de tutores y de titulaciones. La situación todavía era preocupante, parecía que había buenas intenciones, pero las instituciones tardaron en dar el paso definitivo de constitución del Patronato ya en 1983.

Muchos trabajos administrativos los llevaba yo para casa hasta que en el mes de marzo de 1983 tuvimos la primera persona de administración y servicios en secretaría y la segunda en el mes de abril, en conserjería.

Al inicio del siguiente curso ya disponíamos de más personal. Pero, estábamos extremadamente incómodos en aquellas precarias instalaciones, supeditados siempre a la prioridad que marcaba la dirección del C.E.I.

Así, en 1987, nos trasladamos a unas instalaciones desperdigadas en tres edificios en la plaza de Nuestra Señora de la Sagrada Familia, las cuales, aunque no daban una buena imagen por su ubicación, su inseguridad, la humedad de los vetustos edificios, la grandilocuente ornamentación de los tendales de la ropa por la plaza, interiormente los cubos de agua para acoger goteras, etc., nos permitían tener una vida autónoma. ¡Así éramos, así vivíamos!.

Además de la evidente precariedad de instalaciones, había otra muy restrictiva, el presupuesto reducido y agraviante a cualquier nivel comparativo. Para compensar parcialmente esta carencia presupuestaria, los cursos de informática que organizábamos vinieron a ser un circunstancial remedio paliativo."

P.- Tanto esfuerzo vio la recompensa con el fruto del trabajo. ¿Podría comentarnos cuáles fueron los logros más significativos que obtuvieron?.

R.- "El centro fue creciendo y tenía que ser irremisible el cambio a unas instalaciones más amplias, más adecuadas y más propias. Con el advenimiento de unas elecciones autonómicas y la promesa electoral de D. Manuel Fraga, rematando junio de 1992, con la presencia de no todas las autoridades locales, se inauguró el actual edificio, que también alberga otros organismos.

Nuestro centro ha sido elegido por la sede central de la UNED para llevar a cabo pruebas y/o representaciones tanto a nivel nacional como internacional.

Un ejemplo lo sacamos del acta del Patronato de 4-10-93 en donde figura un informe del que extractamos “Gracias a las nuevas instalaciones, nuestro Centro ha sido elegido por la Sede Central como centro piloto junto con los de Tarrasa, Valencia y Cádiz.

De ese modo será un escaparate que, su­po­nemos, dotará de medios la Sede Central. Lo primero es que se va a instalar próxi­ma­mente el servicio de videoconferencia. A demás, también fue designado como eurocentro de la Red Europea de Universidades a Distancia”. Entre otros encuentros en esa Red, figura una reunión en nuestro centro en la penúltima semana de noviembre de 1994.

El número de alumnos fue creciendo y las actuales instalaciones, con sus defectos y carencias, cumplen con los requerimientos a cualquier nivel de servicio que se considere, secretaría, librería, biblioteca, medios tecnológicos, etc."

P.- Desde la creación de la UNED, ha sido alumno, más tarde ha desempeñado un cargo en el equipo directivo del centro asociado en Coruña y es profesor tutor. Con una perspectiva tan amplia de esta universidad, ¿podría hacernos un breve resumen de sus conclusiones?.

R.- "Son muchos los elogios que en general merecen nuestros alumnos. Un amplísimo colectivo que no imaginaron los fundadores de la UNED. Un colectivo heterogéneo representativo de la sociedad.

Un colectivo que, en muchos casos, no hubiese hecho una carrera universitaria si no existiese nuestra universidad. Un colectivo orgulloso de una universidad exigente, organizada, facilitadora, próxima y avanzada.

Nuestra universidad, nuestra UNED."

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Educación, 3 15011 A Coruña - (A Coruña). Tel. 981 14 50 51 info@a-coruna.uned.es