María Dolores Martín y Enrique García Fernández-Abascal, abordaron la segunda jornada de este curso de verano
Emociones positivas y su efecto en la salud. Alimentando las emociones positivas
Durante el ecuador del Curso de Verano "Emociones positivas", María Dolores Martín Díaz centró la atención en los efectos de la salud física en relación con las emociones. Profesora titular de Psicología en la UNED, María Dolores Martín, durante su presentación, puso el acento en la necesidad de activar nuestro afecto positivo y mejorar la calidad de vida, evitando así enfermedades y mejorando el sistema inmunológico.
Comenzó hablando de la bidireccionalidad de las repuestas afectivas en relación con la enfermedad. "Si bien es cierto que las emociones negativas son factores de riesgo, tanto en su relación directa como la presencia antes del comienzo de la enfermedad, es igual de cierto que estas emociones tienen una misión adaptativa; protegen, es por esto que se necesitan", afirmaba.
Sin embargo, la activación de las emociones positivas, hace al ser humano más fuerte a las adversidades. Proporciona recursos intelectuales y físicos.
Como en la jornada anterior, Martín quiso hacer hincapié en la realidad acerca de los numerosos estudios a lo largo del tiempo de las emociones negativas, y de la reciente y breve variedad de estudios de las emociones positivas. Como sus colegas, refirió un motivo esencial: la necesidad de abordar la enfermedad, la patología. Es cierto que la urgencia y prioridad ante un problema de salud, motiva una respuesta, en este caso de estudio, de conociento, frente a las emociones positivas. No obstante, y la vista del impacto de estas últimas la salud, ya emergen estudios científicos y especialistas en el área.
A esto no ayuda que durante el proceso de estudio en el laboratorio, es mucho más fácil dedicarse al trabajo de investigación, a las emociones negativas que a las positivas. Las primeras se conocen y expresan mejor.
Durante la ponencia, se hizo especial referencia en las enfermedades coronarias.
María Dolores comentó el proceso natural de activación fisiológica que todas las emociones, incluso en un estado de relajación. Lo cierto es que no podemos huir de esta relación.
Insistía la ponente en la evidencia del aumento de la función inmune en las personas felices. Esto, y como ejemplo, ocurre en los estudiantes y el período de exámenes; su relación provoca, en muchos casos, que se contraigan enfermedades con más facilidad, principalmente de carácter infeccioso. En el sistema endocrino el protagonismo lo tienen los niveles de cortisol.
Las emociones positivas y su activación favorecen el aumento del foco de atención y promueven el estilo de vida afectivo. Se tiene más fuerza de voluntad y autocontrol. De igual manera estas personas podrían tener una propensión conductual, incluso en ausencia de humor positivo, que ayuden a resolver problemas con más facilidad. Más y mejores herramientas de afrontamiento; cognitivos, de atención o de apoyo social.
Potenciar estas emociones positivas y eliminar la aparición de la "rumiación", ayudan, igualmente, a un mejor afrontamiento de un problema.
Enrique García Fernández-Abascal, plantea con su ponencia "Alimentando las emociones positivas", la exposición de la segunda parte de la mañana.
Comenzó recordando el concepto de "positividad" y sus efectos y la posibilidad de su aumento. ¿Existen pautas para este aumento? Preguntaba al aforo. Según Enrique García es un acto de buena voluntad, estudiado en estos últimos quince años.
Desde la Psicología positiva se proponen tres tipos de felicidad: la vida agradable, la buena vida y la vida con sentido. Por lo tanto, las emociones positivas dependen de las circunstancias de la vida que nos toque vivir, de la personalidad y los factores de volundad para modificar la vida de cada persona.
Ya dentro de las circunstancias de la vida, el entorno tóxico, ejerce una fuerte influencia (negativa), frente al entorno saludable. Por otro lado la personalidad: la extraversión y el entorno emocional son básicos en el estado de bienestar. Las debilidades de carácter: la depresión, la ansiedad, la hostilidad y la "triada oscura de la personalidad"; narcisismo, psicopatía y maquiavelismo. Este último grupo lo componen personas carentes de empatía.
Dentro de las fortalezas del carácter, como rasgos innatos y positivos de la personalidad. Cuando se ponen en marcha favorecen el aprendizaje y se disfrutan. Estas son: sabiduría y conocimiento, el coraje, la humanidad y el amor, la justicia, la templanza y la trascendencia.
Necesario relacionar estas fortalezas de carácter con las virtudes de carácter.
No obstante, y como apuntaba el ponente, "el pensamiento negativo se come al pensamiento positivo". La base importante es la emoción, a la vista de esta afirmación. Lo importante es "sentir" en positivo para "pensar" en positivo.
Más información del curso aquí.
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