Este viernes os presentamos a Cristóbal Varela Artime, alumno de nuestro Centro Asociado, que se acaba de graduar en Derecho en el curso 2018/19.
Es ingeniero de Telecomunicación por la ETSIT de la Universidad Politécnica de Madrid desde 1989. Tras más de un decenio de trabajo en una empresa del sector eléctrico en Madrid, ingresó en la Administración General del Estado, tras superar las oposiciones al Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración General del Estado, en el año 2003 (Promoción XI).
Su primer destino en la Administración fue en la subdirección de informática del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en Madrid. En el año 2006, se trasladó a Santiago de Compostela para incorporarse a la Administración autonómica (Xunta de Galicia), en donde ha desempeñado diversas responsabilidades como directivo. Actualmente, presta servicios en la Amtega (Axencia de Modernización Tecnolóxica de Galicia) como gestor de proyectos informáticos.
El pasado 10 de octubre de 2019 recogió su diploma en el Acto Oficial de Apertura del Curso Académico 2019/20. A continuación, os mostramos sus reflexiones acerca de su paso por nuestra Universidad; esperamos que su experiencia os sirva de ejemplo y apoyo para quienes estáis estudiando una carrera y os anime en estos días previos para afrontar con éxito los exámenes.
Desde hacía algunos años, había apreciado en mí un vivo interés por los estudios de Derecho que, por falta de tiempo, no había podido abordar. El hecho de trabajar en la Administración hizo que este interés aumentase debido a la presencia permanente del principio de legalidad en todas las actuaciones administrativas, podríamos decir que dicho interés se convirtió casi en necesidad. Por otra parte, mis obligaciones laborales y familiares me obligaban a optar por una universidad a distancia, como la UNED, al no serme posible asistir a clases presenciales.
Como dije anteriormente, hubo una componente de interés personal y otra de (casi) necesidad profesional.
Me llevó un tiempo calibrar mis posibilidades en cuanto a capacidad y tiempo de dedicación a los estudios. Cuando pude comprobar de cuántas asignaturas al año era capaz de matricularme con ciertas opciones de éxito a final de curso, fue cuando pude llevar adelante los estudios con cierto progreso y avanzar al ritmo propuesto.
En primer lugar y sobre todo, una gran satisfacción personal. En segundo, creo que se me abren otras opciones profesionales dentro de la Administración a la que pertenezco, ya que existe una amplia variedad de destinos administrativos con un perfil eminentemente jurídico.
Ha sido necesario dedicar tiempo al estudio, por lo que mi familia ha tenido que “armarse de paciencia”, y aceptar esta dedicación, si bien,como digo, siempre he tratado de ser realista y matricularme de un número de asignaturas que supusieran un volumen de créditos asumible teniendo en cuenta las limitaciones de tiempo disponible.
Para mí pesa más lo positivo que lo negativo: organización correcta,temarios adecuados, buenas herramientas informáticas de consulta e información… Por decir algo menos positivo, en algunas asignaturas o departamentos se abusa de sacar nuevas ediciones de los libros, con apenas cambios, obligando al alumnado a asumir el coste de la compra del libro nuevo, cuando, razonablemente, podría ser suficiente con una edición anterior disponible en la Biblioteca.
No me lo planteo en este momento, si bien mis ansias de saber y mi curiosidad siguen intactas, a pesar de la edad…
Imagen: Cristóbal Varela Artime.
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